Las opciones de Kevin Love.

Ganar, ganar y ganar. Después de seis años como jugador profesional, Kevin Love no tiene entre ceja y ceja otra cosa más que la de jugar unos playoffs. Nunca lo ha hecho en su carrera y con 26 años de edad y siendo uno de los jugadores más desequilibrantes de la NBA sus argumentos guardan una lógica demoledora.   Sus intenciones están claras: desea abandonar Minnesota Timberwolves porque considera que la organización no podrá crear un plantel competitivo para lograr su objetivo. Le resta un año más de contrato (sería el jugador mejor pagado de la plantilla con 15.7 millones de dólares) y posteriormente pasaría a ser agente libre. Si la gerencia de los T-Wolves, no lo traspasa entre el verano y la ventana de febrero, corren el riesgo de no recibir algo a cambio por el jugador mejor valorado del equipo.   Las opciones son variadas para los de Minnesota y cabe la posibilidad que los fuertes deseos de Love sean una forma de presión. ¿Recuerdan cuando Kobe Bryant pidió a Los Angeles Lakers que le traspasaran en 2007? La gerencia le pidió que tuviera confianza en el proyecto y, ocho meses después, Pau Gasol llegó a un equipo que acabó jugando tres Finales de la NBA al hilo. Kobe ha firmado dos extensiones desde entonces.