Nadie sabe a ciencia cierta la magnitud de la lesión con la que llegó Kyrie Irving al Juego 1 de las Finales NBA.Pero muchos ahora sí deberán estar preocupados, cuando vieron salir de la Oracle Arena al principal movedor de bola de los Cleveland Cavaliers en muletas.
De hecho, una hora antes había abandonado el partido en tiempo extra con evidente rictus de dolor en su rostro, después de que pareció caer mal en un intento fallido de canasta.
Otra teoría fue que la lesión se produjo en un choque con Harrison Barnes, quien los defendía al minuto 2:48 de la prórroga en el único disparo que intentó en el tiempo extra.
“No creo que haya sido eso”, dijo el entrenador de los Cavaliers, David Blatt. “Pero en realidad no he visto el video así que es difícil para mi saber exáctamente qué pasó. Pero no creo que haya sido una lesión por contacto”. Durante los nueve días previos a las Finales NBA, uno de los principales temas de conversación en Cleveland había sido la lesión de rodilla de Irving, quien estuvo limitado de manera considerable durante los anteriores seis partidos de postemporada de sus Cavaliers.
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