Von Miller, apoyador externo de los Denver Broncos, se alzó como el mejor elemento individual del juego gracias a una actuación de seis tacleadas, cinco de ellas en solitario, y dos y media capturas.
Sin embargo, su mayor impacto llegó en dos balones sueltos forzados que condujeron inmediatamente a dos touchdowns para Denver.
El primero de ellos llegó en el primer periodo y fue la primera anotación de 6 puntos en el juego tras un gol de campo de Brandon McManus que abrió la cuenta. Miller consiguió darle la vuelta a la línea ofensiva de los Carolina Panthers para arrebatar el ovoide a Cam Newton, que después quedó suelto, antes de ser recuperado por Malik Jackson para el touchdown.
Más tarde, con los Broncos arriba por 6 y los Panthers comenzando una ofensiva que parecía ser su última oportunidad de darle la vuelta al marcador, Miller volvió a quitarle el ovoide de las manos a Newton, esta vez con un golpe mientras intentaba lanzar el pase.
Por un momento, parecía que DeMarcus Ware, quien también tuvo un juego monstruoso, se quedaba con el balón, pero al final fue el profundo T.J. Ward quien lo recogió con la oportunidad de ingresar a las diagonales. Ward tropezó a tres yardas de la zona prometida, pero la ofensiva se encargó de cobrar con touchdown la entrega de balón mediante acarreo de balón del corredor C.J. Anderson --por mucho el mejor elemento ofensivo de Denver-- faltando poco más de tres minutos por jugar, liquidando efectivamente a Carolina y poniéndole nombre al Lombardi N° 50.
Irónicamente, Miller fue elegido segundo global en el draft del 2011 por los Broncos, un turno después de que Carolina convirtiera a Newton en el primer recluta global de ese año. El Super Bowl 50 fue la primera ocasión en la historia de la liga en que los reclutas 1 y 2 de un sorteo se enfrentan en el súper domingo.
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