CHICAGO -- En un partido que estuvo interrumpido por más de dos horas por una tormenta eléctrica, la Selección chilena avanzó a la gran final de la Copa América Centenario, luego de derrotar a Colombia por 2-0 en el estadio Soldier Field de Chicago. La tarea no asomaba nada de fácil para la Roja, debido a que no contaba con dos piezas fundamentales en el esquema, como Arturo Vidal, suspendido por acumulación de tarjetas amarillas, y de Marcelo Díaz, quien no se recuperó de una lesión en el isquiotibial.
Pero el cuadro de Juan Antonio Pizzi se repuso a las sensibles bajas y aprovechando el envión anímico de la histórica goleada por 7-0 a México, pudo derribar a un conjunto cafetalero al que Chile no superaba desde 2011. El conjunto criollo se puso rápidamente en ventaja con tantos de Charles Aránguiz, a los 6', y de José Pedro Fuenzalida, a los 11, lo cual fue un mazazo para el elenco de José Pekerman.
Pero cuando parecía que nuevamente Chile pasaría por encima a su rival, bajó las revoluciones y los cafetaleros lo aprovecharon para posesionarse del balón y poner en jaque a los nacionales. Para mala fortuna de la Roja, Pedro Pablo Hernández tuvo que ser reemplazado luego d elesionarse tras una brusca jugada de dos rivales. Pero en los peores momentos del combinado criollo apareció la figura del portero y capitán Claudio Bravo, quien dejó atrás las críticas por sus errores en la fase grupal, y demostró con sendas tapadas el por qué juega en el Barcelona.
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