lunes, 1 de mayo de 2017

Bottas gana el GP F1 en Rusia.

El finlandés de Mercedes estrenó su casillero de triunfos y el alemán fue segundo por delante de Kimi. El asturiano abandonó en la vuelta de formación.

En ese universo paralelo donde algunos habitan están los que solo se dedican a lo suyo sin ir más allá, sin que lo que pasa a su alrededor altere lo más mínimo su ánimo. Suerte. Y ahí vive Kimi Raikkonen. “¿Cómo es que estamos detrás de Bottas?”, preguntó al muro al saber de boxes. “Está liderando la carrera, Kimi”,fue la paciente respuesta. El finlandés de Ferrari era tercero, había salido segundo… y tercero terminó. Claro está, por detrás de Bottas, al que solo pudo ver de lejos y para preguntar evidencias.
Otra cosa fue Sebastian Vettel, entra en la otra clase de pilotos y personas, las que están pendientes de todo en busca de un objetivo, en ocasiones común, casi siempre la victoria. Por eso lo intentó de todas las formas posibles después de una mala salida en la que Valtteri Bottas, el sustituto del campeón del mundo, el piloto llamado a ser el amigo feo de Lewis Hamilton en la fiesta, sustentó su primera victoria en Fórmula 1.

Tras ponerse primero el finlandés de Mercedes fue lo más rápido posible hasta llegar a una ventaja de cinco segundos en la vuelta quince, de casi seis en la veinte… pero después llegó la reacción del tetracampeón que en la 27 estaba a solo dos. E intentó la jugada maestra de estrategia, se quedó más tiempo en la pista en su única parada para intentar volar en esas vueltas de más y salir por delante de su rival tras cambiar neumáticos.

No lo consiguió y apareció a 4,2 segundos de Bottas cuando faltaban solo 17 vueltas para el final. A partir de ese instante fue una contrarreloj de dos rodadores de motor potente y piernas poderosas, primero Vettel dejó la diferencia en apenas un segundo a falta de diez vueltas, después reaccionó Bottas, las distancias eran de tres décimas por vuelta a favor de uno u otro.

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