Sólido y sin despeinarse, aunque con menos grandeza que en otras ocasiones, Federer conquistó su victoria número 85 en Wimbledon. Un triunfo light, pero que cuenta y le sirve para agrandar su leyenda. Ahora lidera en solitario la tabla histórica de triunfos en este torneo durante la Era Open (desde 1968). Con esa facilidad inesperada pudo deshacer el empate a 84 que mantenía con el legendario Jimmy Connors. El Genio de Basilea, además, dio comienzo a su andadura en el 70º Grand Slam que disputa, una cifra con la que iguala el récord del francés Fabrice Santoro. Para redondear el día, alcanzó los 10.000 saques directos. Hasta en los días más raros, hace historia.
Federer, que se medirá en segunda ronda al serbio Dusan Lajovic, bromeó con Novak Djokovic sobre la posibilidad de jugar con él un set de calentamiento. Y es que se dio la circunstancia de que justo antes, el serbio (ahora le espera el checo Pavlasek) tampoco disputó entero su partido contra el eslovaco Klizan, que también abandonó con 6-3 y 2-0 en contra. Pocas veces ha ocurrido esto en dos encuentros consecutivos en la pista central de un torneo. De hecho, Federer dijo que "nunca" había visto "algo igual". "Me sentí mal por el público y el presidente del torneo me dijo, 'deberíais jugar otro set y medio'. Yo le contesté, 'deja que intente encontrar a Novak'. Lo hice y se lo conté, pero obviamente no iba a pasar".
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