El de los Grizzlies demostró que es uno de los mejores pívots del mundo y firmó unos tres últimos minutos de ese acto para el recuerdo con 14 puntos y canastas de todos los colores, incluyendo un triple sobre la bocina. El mediano de los Gasol, letal cuando recibe balones y coge confianza, fue un panzer que pasó por encima de Alemania, que cayó de pie oponiendo siempre una gran resistencia.
La cosa pintaba mal pero Pau Gasol, el de siempre, no estaba dispuesto a que el barco español zozobrase. Y menos a esas alturas de partido. Así que se remangó, empezó a ganrse el sitio en la zona, a reclamar los balones, que le empezaron a llegar con cuentagotas, y con ocho puntos consecutivos cerró la herida (13-9, min 6).
Marc se contagió del brío de su hermano y España cogió el hilo del partido (16-14, min 9). Y no se fue por delante en el marcador porque los árbitros frenaron su acelerón con una técnica al banquillo por protestar una clara falta a Marc y poco después al señalar una inexistente de Oriola (19-16, min 10).
En el último acto Alemania lo intentó a la desesperada, pero ni Schroder en modo chupón -ya con Marc en el banquillo tras llevarse la ovación de todo el pabellón- pudo ya limar las diferencias para su equipo ante una España sobria y que administró bien su ventaja (57-70, min 33) para plantarse en semifinales del Europeo por décima vez consecutiva.
En el último acto Alemania lo intentó a la desesperada, pero ni Schroder en modo chupón -ya con Marc en el banquillo tras llevarse la ovación de todo el pabellón- pudo ya limar las diferencias para su equipo ante una España sobria y que administró bien su ventaja (57-70, min 33) para plantarse en semifinales del Europeo por décima vez consecutiva.
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