NUEVA YORK -- Max Scherzer escuchó su nombre, levantó los brazos, gritó y sonrió, antes de besar a su esposa. Corey Kluber sólo tragó saliva y parpadeó.
Scherzer superó en la votación a Clayton Kershaw, el as de los Dodgers de los Ángeles, y se apoderó del galardón en la Liga Nacional. El abridor de los Nacionales de Washington recibió 27 de los 30 votos a primer lugar por parte de los miembros de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica.
Kluber, de los Indios de Cleveland, ganó por una diferencia incluso mayor en la Liga Americana, en la que ya había obtenido este trofeo. Recibió 28 de los 30 votos a primer lugar.
Scherzer había logrado ya la distinción en la Nacional el año pasado, también con Washington. Asimismo, fue premiado en la Liga Americana en 2013, cuando lanzaba con los Tigres de Detroit.
Se convirtió así en el décimo pitcher con al menos tres trofeos Cy Young en sus vitrinas. De los otros nueve que han logrado la proeza, sólo Clayton Kershaw, Roger Clemens y el recién fallecido Roy Halladay no han llegado al Salon de la Fama. Kershaw y Halladay no son elegibles aún.
Scherzer tuvo que superar varias dolencias para alcanzar los 200 innings de trabajo por quinta temporada consecutiva. Por lo tanto, los kinesiólogos de Washington figuraron entre las personas a quienes mostró agradecimiento en su discurso.
Logró una foja de 16-6, con una efectividad de 2.51, y lideró el Viejo Circuito con 268 ponches. Los Nacionales obtuvieron el gallardete en la División Este de la Liga Nacional.
Kluber fue el líder de las mayores con un promedio de carreras limpias admitidas de 2.25. Compartió el primer puesto de las Grandes Ligas, con 18 victorias en la campaña. Había conseguido ya el Cy Young en 2014, también con los Indios.
Chris Sale, de los Medias Rojas de Boston, finalizó segundo en la votación de su circuito, mientras que el dominicano Luis Severino, de los Yanquis de Nueva York, fue tercero.
Apodado "Klubot", por lucir la precisión mecánica de un robot en el montículo, el as ostentó una foja de 18-4 y recetó 265 ponches. Se mostró incluso más dominante en la recta final de la campaña, con una foja de 11-1, para que Cleveland ganara el banderín en la División Central de la Liga Americana.
Sale encabezó las Grandes Ligas con 308 ponches. Fue el primer serpentinero de la Americana en repartir 300 ponches desde que el dominicano Pedro Martínez lo logró en 1999.
Tuvo un récord de 17-8 y un promedio de carreras limpias admitidas de 2.90.
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