MADRID -- Hace cuatro meses, Zinedine Zidane sufrió su primer derrota como entrenador del Real Madrid a manos del Atlético de Madrid, rival acérrimo del conjunto merengue y que en los últimos dos años le ha dado más de un disgusto. Se trataba apenas de su noveno partido al frente del equipo y aún despertaba dudas pues su llegada a la élite como relevo de Rafa Benítez se había adelantado más de seis meses.
Pero el francés aprendió de la derrota y dio un giro radical a la situación. Desde entonces la temporada del Real Madrid dio un giro tremendo para terminar dignamente su participación en Liga con doce victorias consecutivas y llegar a la final de la Champions League pese a haber sufrido un descalabro en la ida de los cuartos de final ante el Wolfsburgo.
Hoy quedan pocas dudas en torno a su capacidad como entrenador de uno de los equipos de mayor exigencia en el mundo. Si a caso parte con alguna debilidad, se reduce a su falta de “experiencia” desde el banquillo en el partido que decidirá el título más importante a nivel continental y es el primero en reconocerlo.
“Conozco la sensación (de jugar una final de Champions) como jugador y ahora la tendré como entrenador, aunque la he tenido como segundo”, recordó Zidane, quien estuvo presente en la final de Lisboa en que Real Madrid conquistó ‘la Décima’ como asistente del entonces entrenador Carlo Ancelotti en el 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario