LONDRES -- Para Serena Williams, mejor bajo techo. Con el Nº1 del mundo asegurado tras el desenlace de Wimbledon, debido a la eliminación prematura de Garbiñe Muguruza, dio otro paso importante en el tercer Grand Slam del año.
Superó los octavos de final, al vencer por 7-5 y 6-0 a Svetlana Kuznetsova, con la mira puesta en poder coronarse nuevamente campeona y así igualar el récord de la Era Abierta, de 22 títulos en los Majors, en poder de Steffi Graf.
Era un partido bien trabado, con mucha paridad y complicaciones para los quiebres el servicio. De hecho, la rusa llegó a servir para llevarse el primer set cuando estaba 5-4. Sin embargo, apareció la lluvia, lo que obligó el cierre del techo y allí sí, la número uno hizo pesar sus tiros ganadores: 7-5 y 6-0 en apenas una hora y 18 minutos de juego.
Con una versión mejorada, Serena ya venía de conseguir una marca especial, ya que logró el triunfo N°300 en Grand Slam, a sólo seis del récord de Martina Navratilova. Además, alcanzó las 300 semanas como número uno. Su meta ahora es repetir el festejo en un gran torneo, como no se le da desde que lo hizo en Londres en 2015, cuando obtuvo el 21º.
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