Cuando menos se esperaba Colin Kaepernick y los Seattle Seahawks podrían llegar pronto a un acuerdo que beneficiará a ambas partes y sacudirá a un controversial mundo de la NFL que dejó marginado al mariscal de campo por sus protestas sociales.
Aunque muchos consideran que Kaepernick podría ser la bomba que termine de hacer estallar el clubhouse de los Seahawks, a los líderes del equipo le ha sentado sumamente bien la noticia e incluso han pedido a la gerencia que contraten al mariscal como el suplente de Russell Wilson para 2017.
Bajo el mando de Pete Carroll, un entrenador en jefe que saca lo mejor de sus hombres dejándolos ser quiénes en realidad son, es poco probable que Kaepernick termine siendo una molestia para la organización.
Ejemplo de ello es que la mayoría, por no decir todos los jugadores de Seattle, la zafra pasada se mostraron apegados a las protestas de Colin, y aunque no llegaron al extremo de arrodillarse durante el himno de los Estados Unidos, demostraron estar de su lado con comentarios y acciones.
Otro punto a favor para la llegada de Kaepernick a los Seahawks es que el mariscal demostró la campaña pasada que puede rendir a pesar de no contar con una poderosa linea ofensiva. Si bien fue puesto a prueba muchas veces por los rivales, el quarterback lanzó 16 touchdowns con apenas 4 intercepciones y rating de 90.7 con los 49ers.
Números más que solventes para alguien que será el segundo de Wilson y que en cualquier momento podría entrar en acción debido a las recurrentes lesiones que sufrió el número uno la temporada pasada precisamente por no contar con una gran protección. Si a eso le agregamos que ambos mariscales son buenos corriendo más allá de la linea de golpeo y lanzando en corrida, no parece haber mucho alegato para que la firma no se concrete.
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