Garbiñe Muguruza ha arrancado como una moto en Roland Garros, donde defiende título. Con una actuación notable, la española venció a la veterana Francesca Schiavone (36 años) por 6-2 y 6-4. Se enfrentará en segunda ronda a la estonia Anett Kontaveit, que ganó este año a Garbiñe en la segunda ronda de Stuttgart y que este lunes ha superado a la rumana Monica Nicolescu por 7-5 y 6-1.
Con una equipación muy elegante, Garbiñe salió a la pista Philippe Chatrier con el objetivo de no caer en las expertas redes de Schiavone, que abusó de las bolas altas intentando incomodar a la hispano-venezolana, aunque solo lo logró a ratos y sobre todo en el segundo set. Porque el primero fue un monólogo de Muguruza, fenomenal con el revés y los golpes planos de derecha. Solo cuatro errores no forzados cometió en una primera manga que abrochó con tres breaks.
Más animada que nunca al frecuente grito de "¡Vamos!", Garbiñe abrió el segundo set rompiendo el saque de una Schiavone que regaló tres dobles faltas. Consolidó su ventaja con un segundo juego en blanco y parecía disparada hacia un triunfo rápido y cómodo. Pero su rival sacó la raza que la hizo campeona en París en 2010, y una jugadora top a esas alturas, y luchó para recuperar el saque perdido. Lo logró y Muguruza entró en un pequeño bache, encadenando varios errores, sobre todo con la derecha (acumuló 12 en la segunda manga).
Se adelantó la italiana con agresividad y buen tenis, y la española sufrió para retener su servicio en el sexto juego. Con un gran punto se lo anotó y eso fue clave. Más tarde, Garbiñe sumó otro break apoyada en un revés paralelo magnífico y cerró la victoria ante el orgullo de una Schiavone que llegó a levantar tres bolas de partido, pero falló en la cuarta.
Con una equipación muy elegante, Garbiñe salió a la pista Philippe Chatrier con el objetivo de no caer en las expertas redes de Schiavone, que abusó de las bolas altas intentando incomodar a la hispano-venezolana, aunque solo lo logró a ratos y sobre todo en el segundo set. Porque el primero fue un monólogo de Muguruza, fenomenal con el revés y los golpes planos de derecha. Solo cuatro errores no forzados cometió en una primera manga que abrochó con tres breaks.
Más animada que nunca al frecuente grito de "¡Vamos!", Garbiñe abrió el segundo set rompiendo el saque de una Schiavone que regaló tres dobles faltas. Consolidó su ventaja con un segundo juego en blanco y parecía disparada hacia un triunfo rápido y cómodo. Pero su rival sacó la raza que la hizo campeona en París en 2010, y una jugadora top a esas alturas, y luchó para recuperar el saque perdido. Lo logró y Muguruza entró en un pequeño bache, encadenando varios errores, sobre todo con la derecha (acumuló 12 en la segunda manga).
Se adelantó la italiana con agresividad y buen tenis, y la española sufrió para retener su servicio en el sexto juego. Con un gran punto se lo anotó y eso fue clave. Más tarde, Garbiñe sumó otro break apoyada en un revés paralelo magnífico y cerró la victoria ante el orgullo de una Schiavone que llegó a levantar tres bolas de partido, pero falló en la cuarta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario